La elección de las semillas.
Cuando trabajamos con niños, es importante elegir semillas que sabemos que tardarán poco tiempo para germinar, para que los niños pronto vean los resultados de su siembra. De esta manera, los niños podrán observar cuando germina la semilla sin desesperarse.
Al mismo tiempo, es importante que los niños puedan disfrutar del sabor de las verduras que van a sembrar. Si al niño no le gustan, será un estímulo probarlas, algunas que ya conoce y otras que puede descubrir (nuevos sabores y texturas).
Para los niños pequeños, tenemos que elegir semillas grandes. Para niños más grandes, podemos elegir semillas de tamaños más pequeños. En función del tiempo de germinación, podemos definir 3 catagorías:
a. Tiempo conto de germinación (3 a 6 días).
b. Tiempo medio de germinación (5 a 10 días).
c. Tiempo largo de germinación (8 a 15 días).
Ejemplos:
a. Cilantro: Acelga, Remolacha, Rábano, Calabacín, Calabazas, Girasol, Espinacas.
b. Lechuga: hierba de limón, zanahoria, perejil, guisantes, frijoles.
c. Tomates cherry: pimientos, berenjenas.
Con esta actividad, los niños podrán observar los diferentes tamaños, las diferentes formas y las diferentes texturas / asperezas de las semillas. Al final de la siembra, los niños también pueden dibujar las semillas que han sembrado y darles color.
Algunas plantas se pueden consumir en una fase de crecimiento, podemos quitar las hoja, comrlas y dejar que la planta continúe desarrollándose. También podemos optar por germinar algunas semillas (en agua o en tierra y tan pronto como las semillas comiencen a germinar se pueden consumir "germinadas").
Si no queremos poner soportes para que crezcan las plantas, tenemos que elegir plantas que no se caigan y ganen resistencia por sí mismas a medida que se desarrollan.
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